Todas las variedades de magnesio comparten propiedades esenciales. Regulan la función muscular y nerviosa, ayudan a producir energía celular, equilibran electrolitos como calcio y potasio, fortalecen huesos y dientes, y favorecen la salud cardiovascular al relajar vasos sanguíneos. Reducen la inflamación y mejoran el metabolismo.